fecha
- 03.06.24
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En el dinámico mundo de la moda, donde reina la creatividad y las tendencias emergen y evolucionan con una rapidez vertiginosa, la traducción (o no traducción) de neologismos puede resultar un desafío. Además de reflejar tendencias culturales y sociales, los neologismos en los textos de moda también sirven como poderosas herramientas de marketing. Las casas de moda a menudo acuñan términos únicos para describir sus productos y establecer una identidad de marca distintiva. Por ejemplo, marcas de lujo como Prada y Balenciaga han popularizado términos como ugly chic y ugly sneakers para describir sus diseños vanguardistas, aprovechando los neologismos para generar intriga y deseo entre los consumidores.
La moda está cargada de términos en inglés, francés o italiano desconocidos para muchos, así que la elección de traducirlos o no dependerá del tipo de publicación, del contexto y de la audiencia a la que se dirige el texto. En algunos casos, lo más adecuado será mantener el término en su idioma original debido a su amplio reconocimiento en el sector; mientras que, en otras ocasiones, tendremos que familiarizar al lector con una breve explicación o equivalente en el idioma local. Por ejemplo, el término athleisure a menudo lo encontramos en inglés. Sin embargo, algunos traductores prefieren buscar equivalencias en el idioma de destino que transmitan el mismo significado o concepto. En este caso, athleisure describe la tendencia de usar moda deportiva en el día a día y podría traducirse como «ropa deportiva de moda» o «moda deportiva casual».
En definitiva, no hay una respuesta única para la traducción de neologismos en el sector de la moda, ya que depende del contexto y del público objetivo. Si bien mantener los términos en su forma original puede preservar la autenticidad y la identidad cultural del término, la traducción puede facilitar la comprensión para aquellos que no estén familiarizados con el idioma de origen. En cualquier caso, la clave es considerar cuidadosamente las implicaciones lingüísticas y culturales de estas decisiones para garantizar una comunicación efectiva. Estas son algunas consideraciones que pueden ayudarte a tomar esa decisión:
Reconocimiento global:
Algunos neologismos en moda, como streetwear o fast fashion, son términos conocidos en todo el mundo y se pueden dejar sin traducir sin correr un alto riesgo de falta de comprensión por parte de los lectores.
Contexto cultural:
Si estás traduciendo contenido de moda para un mercado específico con su propia cultura y términos, puede ser apropiado encontrar equivalentes en el idioma de destino o proporcionar una explicación adicional para asegurarte de que la audiencia comprenda el término.
Nivel de especialización:
Si traduces para un público especializado en moda, como diseñadores o profesionales de la industria, es posible que desees mantener los neologismos en su forma original, ya que es probable que estén familiarizados con ellos. Si no es así, quizás deberías añadir una explicación o un equivalente.
Intención del mensaje:
Considera la intención que hay detrás del mensaje. Si el uso del neologismo aporta un valor específico, como transmitir una sensación de moda vanguardista o una tendencia actual, puede ser preferible mantenerlo sin traducir.
Creatividad lingüística:
Muchos neologismos en moda son productos de la creatividad lingüística de diseñadores y expertos del sector, lo que dificulta encontrar equivalencias exactas en otros idiomas. Además, a menudo son juegos de palabras o combinaciones de términos existentes, de modo que los traductores tienen que encontrar soluciones sin perder el ingenio o connotaciones originales.
Por último, recuerda que lo correcto es escribir las voces extranjeras en cursiva, pero si en un texto tenemos demasiados términos en cursiva, esto puede afectar a la fluidez y a la legibilidad, así que también deberías considerar este aspecto o consultarlo con el cliente para mantener la coherencia.
En resumen, la traducción de neologismos en moda presenta una serie de desafíos únicos que van más allá de la mera transferencia de palabras de un idioma a otro. Los traductores deben ser sensibles al contexto cultural, estar al tanto de las tendencias de la industria y ser creativos en su enfoque para garantizar que los términos traducidos capturen fielmente la esencia y el significado de los originales.